martes, 2 de noviembre de 2010

Carta a Papá Noel

Este año ya han puesto las luces de navidad en la calle, anuncios de juguetes en la tele, y si, estamos en noviembre, que le vamos a hacer. Así que como por todos lados ya nos dicen que la navidad esta a la vuelta voy a hacer mi carta a Papa Noel, San Nicolás, Santa Claus y demás marcas blancas... este año he aprendido que hay que comerse todas las uvas, y no dejárselas o no comérselas, pedí aprender muchas cosas, tener nuevas experiencias y algo mas de emoción. Todo esto lo he tenido, de eso no me voy a quejar; de lo que si que me voy quejar es el alto precio que he tenido que pagar por aprender esa lección; no sé si será el karma o qué, pero este año me como las uvas; por mis narices, aunque me atragante y me salgan por la nariz. No quiero que el destino o el karma me la vuelva a clavar con su IVA, que las cosas, por si no lo sabe no están bien. Después de este pequeño desvarío comienzo con la carta a Papa Noel, o como ya lo conocemos nosotras San Corte Inglés y padres.

“Querido Papa Noel,
Deseo que a Guionist Girl le baje su nivel de hipersensibilidad de 5 a 2, para que asi le pueda sacar la lengua tranquila al Mick Jagger atzavareño sin miedo a un ataque de risa. Para Peluche Ilicitano quiero que le traigas miles de millones de bombillas, de todos los tamaños, vatios, formas y colores. Para que si se le funden las luces que alumbran su camino las pueda reparar para que siga viendo la ruta marcada(una linterna con muchas pilas, también sirve, por si alguna viene defectuosa). A Thais Villas alguien con quien pueda bailar el mambo y le siga el ritmo, ya que esta chica es como Flash Gordon, no para quieta. A Lady Blue que siga asi de risueña, y salud sobre todo eso, que este año ha estado muy malita. Para Piercegirl un espejo, pequeño o de bolsillo, para que pueda ver lo que todos los demás vemos, que es una pesiosidad de chica que es. Miss Lingua que siga con la fuerza y la confianza que ha ganado este verano, su lengua ha alcanzado también una subida de revoluciones impresionante. Por último y creo que más complicada es Charlotte para ella un antídoto para que pueda ver la bipolaridad de los demás, y que se dé cuenta de esos ataques no son su culpa.
Y para mi, que mi querido compañero este donde este, espero que sea feliz y tenga muchas zanahorias que comer y un herrador al que zurrar.

Y ya a rasgos generales, que todas seamos felices, que nos traigan alguna alegría mas que este año y sin IVA que pagar.

Atentamente (y bajo amenaza de mordiscos de que como no cumplas lo que te pido, ire a por ti, sé donde vives; acuérdate que tu vida no es publica ¬¬)

Baby Draky

Concepción, un caracol en busca de la verdad


Charlotte se aburre como una ostra en la sala de ordenadores de Atzavares, después de haber presenciado y participado en diversos tipos de entretenimiento periodístico: Véanse partidas de brisca y carreras de caracoles (a las que las limpiadoras son particularmente fanáticas). Las carreras son fáciles de seguir y de entender: Se colocan varios caracoles (según el tiempo habrán más o menos) en fila, después de haber dibujado una meta y fijado un lugar de salida imaginarios. Cada caracol tendrá un nombre, de lo contrario la participación de éste resultará imposible, ya que no podrá responder a los vítores y ánimos varios procedentes de las limpiadoras forofas o los estudiantes allí reunidos. Así es como tenemos a Paco, Isidra, Mariana y Beatriz luchando arduamente por la victoria (un honor siempre recompensado con la libertad absoluta y el secreto de la segunda planta de Atzavares). Hay que tener en cuenta y estar atentos, porque los respectivos caracoles cambiarán de sexo según se muevan más o menos (una distancia de dos dedos respecto a los contrarios). Así es como Paco pasará a ser Paca, Isidra será Isidro, Mariana será Mariano y Beatriz, como es lógico, pasará a llamarse Concepción en caso de adelantamiento.


Este famoso deporte se empezó a poner en práctica debido a la necesidad de los estudiantes a saber cuál eran sus calificaciones de Lengua de primero, así como recuperar los trabajos entregados para asignaturas como Análisis o Historia, que una vez entregados son despedidos siempre con las lágrimas de los padres que despiden a sus hijos antes de ir a la guerra y ser acribillados a balazos de tinta roja, bajo la incomprensión de un profesorado empeñado en hundir la imaginación y creatividad del estudiante. Esta es sin duda la razón por la que la que los trabajos nunca son entregados a su hora, o, en su defecto, en el tiempo justo: Hay que aprovechar el tiempo para estar y aprender un poco más de los seres queridos.

Las limpiadoras por su parte siempre aprovechan para pedirle al caracol ganador que se dedique a la búsqueda de los crucigramas robados de la cafetería o las cucharillas (realmente inútiles palitos de plástico) para el café de media mañana. Tan sólo las chicas Extra Ordinarias saben que los crucigramas realmente son robados por Charlotte, que sufre de una aguda cleptomanía hacia ellos... De las cucharillas nada se sabe.

Es así como esta mañana, entre cafés y humo, Charlotte mandó a Concepción que pasó a ser Beatriz para convertirse en Bea y de nuevo en Concepción llegada a la meta, a investigar acerca de los trabajos de Análisis, el verdadero paradero de Miguel Hernández, los puntos robados en las prácticas de CIE (pobre profesora, se ha quedado sin puntos que repartir) y demás artículos y objetos importantes para mantener la soberanía de las CEO.


¿Logrará Beatriz, que a su vez se hace llamar Bea cuando en realidad se llama Concepción desentrañar el misterio?